Trabajar desde casa

1.

Asegúrese de que las directivas provengan de la parte superior de la jerarquía. El trabajo remoto produce muchos cambios y tanto el CEO como el equipo directivo deben validarlo y ponerlo en práctica. Asegúrese de que sus directivos reciban la formación correcta y den ejemplo.

2.

Ofrezca a los equipos un espacio de trabajo digital totalmente virtual. Determine las aplicaciones de productividad, reuniones y colaboración con sus equipos de TI. Con una base en la nube y una red minuciosamente supervisada, asegúrese de que los equipos puedan tener acceso a archivos y almacenamiento compartidos, así como a herramientas de administración de flujo de trabajo y plataformas de comunicaciones.

3.

Configure sus herramientas tecnológicas. Además de tener software y plataformas digitales, asegúrese de que sus empleados cuenten con dispositivos de audio y vídeo profesionales para conectarse con sus compañeros y cualquier otro hardware que necesiten para comunicarse de manera efectiva desde su casa.

4.

Establezca una cultura orientada al vídeo. Activar el vídeo en un espacio doméstico puede resultar poco apetecible. Sin embargo, el vídeo aumenta la confianza y mejora la comunicación. Además, permite que las reuniones sean más cortas y, con el desenfoque del fondo o las opciones de personalización, los empleados pueden sentirse cómodos al controlar si sus perros, niños u obras de arte se meten en una reunión de equipo.

5.

Convierta eficazmente la información implícita en conocimiento explícito para los equipos virtuales. A menudo, gran parte de la información que forma la base de las operaciones fluidas del día a día está implícita, y se aprende en un entorno de oficina. Cree una guía para que todos los empleados respeten estos códigos sociales implícitos.

• Defina junto a los responsables de RR. HH. expectativas claras sobre los resultados que se esperan de las medidas de rendimiento para los trabajadores remotos.
• Establezca normas y expectativas de comportamiento claras, como las horas de trabajo y actividad, y utilícelas como punto de referencia para que los empleados puedan trabajar y se pueda medir su rendimiento.

1.

De ejemplo y solicite comentarios a su personal para identificar áreas de mejora. Puede recalcar los comportamientos que se deben adoptar, reforzar los hábitos y hacer que su equipo se sienta más cómodo en estos tiempos de incertidumbre.

2.

Compruebe el progreso de sus empleados con informes individuales y descubra cómo se están adaptando. Asegúrese de comprender los desafíos individuales en el proceso de adaptación y tenga en cuenta las situaciones personales al gestionar el rendimiento y los resultados.

3.

Cree una videollamada corta de 10-15 minutos al comienzo de cada día con cada trabajador remoto. Si gestiona un equipo grande, puede organizar una reunión diaria de 20 minutos con todo el equipo. De esta forma, mantendrá una comunicación diaria, marcará el comienzo de cada jornada y mentalizará a todos para el trabajo.

4.

Defina comportamientos de comunicación en su equipo para garantizar la confianza y la igualdad de condiciones y eliminar las dinámicas de pertenencia o no pertenencia a un grupo. Su empresa le ha dado las herramientas, pero un gerente debe establecer las mejores prácticas y expectativas de uso.

5.

Evite la microgestión. Céntrese en supervisar y gestionar los resultados. La presencia en línea no es un indicador de productividad. Deberá confiar en su equipo para administrar su tiempo de manera efectiva para lograr los resultados que ha establecido.

6.

Asegúrese de que todos los empleados remotos tengan acceso a los archivos y carpetas compartidos del equipo y que los documentos de trabajo estén siempre actualizados. Compartir enlaces a archivos basados en la nube garantiza que todo el mundo trabaje en la versión más reciente.

7.

Comparta su calendario y disponibilidad para que los demás conozcan su agenda y sepan si pueden comunicarse con usted o no.

1.

Establezca un área de trabajo específica. No tiene por qué ser una habitación independiente, pero defina su espacio de trabajo y hágalo lo más libre de distracciones posible, lejos del ruido y las molestias. Intente encontrar un lugar con iluminación natural, buena ventilación y una superficie de trabajo ergonómica.

2.

Cree hábitos que establezcan su día de trabajo. Es fácil ponerse a trabajar en pijama sin desayunar, pero ducharse y vestirse le orientará mentalmente hacia su día de trabajo y establecerá rutinas saludables.

3.

Configure su espacio de trabajo virtual. Proveedores de Internet, software de comunicaciones o un audio profesional que funcione con Teams, Zoom u otras plataformas de vídeo y comunicaciones. Un ecosistema tecnológico que funcione bien será clave para que pueda comunicarse y colaborar.

4.

Siga comunicándose. Sin una presencia física, y con el cambio de rutinas y hábitos diarios, es más importante encontrar nuevas formas de comunicarse con sus compañeros. Puede establecer un estado o informar a los miembros del equipo a través de Slack, Teams o correo electrónico sobre su disponibilidad.

5.

Cuidan de su salud. Parece que nunca es el momento adecuado para tomarse un descanso y, aunque el trabajo remoto puede ayudarle con el equilibrio entre su vida personal y laboral, también puede resultar más difícil desconectarse. Estructure sus días y asegúrese de establecer descansos.

6.

Establezca pautas con su familia y su trabajo. Establezca límites claros con el trabajo para asegurarse de no estar "siempre activo" y defina bien sus objetivos profesionales y personales.